Fotografía del recuerdo de la vida de los colonos italianos en la zona. |
Ruta antes de llegar a Lumaco. |
Camino Las rosas, entre Lumaco y Los Sauces. |
Prociutto Montecorone |
Plaza de Capitán Pastene. |
Casa típica de Capitán Pastene. |
Hay posta, tienen escuela y la iglesia frente a una plaza muy bonita. Destaca la arquitectura en madera de las casas del tiempo de los nonos, caserones que ya se vienen abajo pero que resistieron el terremoto de febrero del 2010, como también el del '60 y anteriormente el del '39.
Cabañas y ristorante L'Emiliano. |
Hay hospedaje para trabajadores forestales y obreros, pero para la gente profesional o turistas, muy poco.
Sin embargo hay unas cabañas muy cómodas y bonitas, con servicio de mucama y con el ristorante a unos pasos por un corredor que circula un jardín con piscina. Llama la atención la decoración con instrumentos musicales que trajeron los colonos consigo, las fotos en blanco y negro testimonian a los dueños de tubas, trombones, trompetas y saxos que cuelgan de los muros del comedor del ristorante familiar y cálido ambiente de L'Emiliano, atendido por sus dueños. Personas muy simpáticas.
Plaza de Lumaco. |
Sólo un lugar donde comer, se come barato y abundante en El Chilenazo, un restaurante familiar atendido por sus dueños, una familia a todas luces mapuche, pero ofrecen comida criolla, nada típico como pudo haber sido esperable.
Así crecen los pueblos mestizos, perdiendo su identidad cultural, sin carácter, sin personalidad, en vez de potenciar precisamente ese valor tal como lo hacen en Capitán Pastene que busca posicionarse con identidad propia, orgullosos de su tradición e historia.
En Purén, hay más vida y actividad comercial. Cuentan con un museo histórico a cargo de la Municipalidad al lado de una réplica a escala natural del fuerte original que está ubicado sobre la cumbre de un pequeño cerro desde cuyas atalayas se puede observar por los cuatro costado el pueblo completo, la ubicación es evidentemente estratégica.
En el centro de la ciudad, hay pocas partes donde comer, está el restaurante de un hotel, a las afueras existen unas cabañas, pero en el centro mismo, sólo comida rápida frente a la plaza, pero a una calle del costado de la plaza hay una bar restaurante, The Crow, donde la comida es de casa, sin muchas pretensiones, pero a buen precio es posible comer contundente y bien. Las personas muy gentiles y sociables.
En la calle Tromén, está la señora Margarita, que hace mermeladas, licores, hongos en conservas y provee a los restaurantes gourmet de los hoteles Pucón y Huillo-Huillo con sus mermeladas exóticas como la de merkén.
Por otra calle, está el señor Sáez que es productor de Fois Grass, y trutos de pato acaramelados a las finas hierbas, una pequeña delicattessen imperdible. No se puede pasar a Purén y no pasarle a saludar y ver si le queda fois grass para la venta. Precios moderados.
El viaje en sí, estuvo muy tranquilo, no hubo problemas.
Es lo bueno de recorrer Chile que donde se vaya es fácil ir porque si no se sabe el camino se puede preguntar, no hay problemas de dialectos, ni resquemores raciales, ni religiosos. No, acá todos somos chilenos y con una sonrisa y buena educación es posible llegar a un pueblo que no aparece ni en el mapa.
Fueron días en familia muy agradables.
Conocimos a personas muy interesantes.
Jamones y Coppa. Don Primo |
Creo que sería buen negocio convertir mi blog en una guía gastronómica de lugares poco convencionales, alternativos a lo usual, jejjejeje. Lo pensaré.
Ristorante y Trattoria Anita Covili,. En la foto la chef Anita Covili. |
Ristorante con venta de conservas de frutas al jugo y changles en aceite, y pastas, también tienen fetuccini con tinta de calamar. |
Raviolones de chocolate y panzzoti en salsa de avellanas donde Anita Covili. |
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