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lunes, 21 de septiembre de 2015

Relaciones de amor a distancia. Sin ánimos de cátedra.

Me hubiera gustado haber sido una activista de Greenpeace pero ya no lo fui y ahora tampoco lo sería sin embargo sigo  sintiéndome pro medio ambiente aunque sólo sea desde la comodidad de mi escritorio. 
Y hoy quiero hacer una contribución al planeta evitando que se talen más árboles de la cuenta para fabricar pañuelos desechables que ya no serán necesarios de usar o al menos eso pretendo conseguir al compartir estas reflexiones personales con el mundo exterior.

Mi aporte  de hoy luego de tanto tiempo fuera de estas pistas. Confieso que extrañaba pasarme por aquí y escribir algo pero sentía que no tenía nada interesante que contar, comentar o aportar.
Pero ya me siento mejor  y de alguna manera me siento autorizada para  tratar este tema con el que espero ayudar a evitar cometer errores que cuesten muchas lágrimas, pena y dolor a las personas que estén en relaciones amorosas a distancia. De ahí que también haga mi contribución a la conservación del medio ambiente.
En cualquier relación de pareja hay ciertas cosas que son comunes y transversales pese a las diferencias culturales, etárias, raciales, o sociales que puedan existir en los diversos tipos de parejas que se puedan llegar a formar.
 Hoy por hoy sería demasiado miope pensar que las parejas sólo se pueden dar entre un hombre y una mujer, tal  como está la jungla allá afuera se puede esperar cualquier combinación. 
Independiente de lo que yo piense, que eso daría para otro post, las cosas son así y es sobre la realidad existente que me interesa basar mi aporte el día de hoy.
No es que sea demasiado experta en relaciones amorosas a distancia,  no he tenido una gran cantidad de relaciones en mi vida como para dictar cátedra pero con un par que he tenido y que  sumadas me han consumido 5 años de mi vida, creo que esas experiencias, fallidas debo admitir, me otorgan cierta majadera credibilidad para saber de qué estoy hablando al fin y al cabo.
Yo no pretendo escribir aquí  un manual ni un protocolo de comportamiento, tampoco un tratado de sociología moderna sobre relaciones interpersonales, menos un artículo de psicología emocional. Simplemente quiero compartir unos pensamientos propios sobre algunas observaciones que  he podido constatar a lo largo de estos 5 años. 

También debo confesar que este es un modo práctico y útil que encontré para validar mi tiempo o como se dice en Economía, de rentabilizar mis pérdidas, y no seguir sintiendo que fue una pérdida de tiempo total. Aunque es una manera también de ir completando mi propio proceso de sanación, sin ánimo de lucro, ejjejeje.
En fin. 

 A estas alturas ya no es ningún misterio que las relaciones  en vivo y en directo son distintas a las que son en 2D vía..., sea como se llame el programa utilizado como soporte  para mantener las video conferencias, y por lo tanto cada una de estos dos grandes tipos de relaciones   poseen intrinsecamente cierta clase de reglas tácitas  o normas no escritas por las que se rigen individualmente y que bien vale la pena conocer y respetar, pues en su debido cumplimiento radicaría el éxito o fracaso de dicha relación. 
Todo esto que expresaré aquí es más bien de naturaleza intuitiva, de sentido común, y también fruto de la experiencia propia. No son dogmas, ni son pasos infalibles tipo consejos de libro de auto-ayuda. Al menos yo aún no he visto un libro donde se describan sistemáticamente los pasos a seguir sobre este tipo de asuntos. Aunque no sería mala idea formatear un borrador de un manual universal para relaciones a distancia. Ahí si que ahorraríamos pañuelos desechables, con un protocolo bien definido. Aunque le diéramos tres patadas en el trasero al romance. Qué vale más el romance o los árboles? 
Vale, no me disperso más, voy al punto que es lo que interesa.

Por todos ya es sabido que al comunicarse por chat, sin mirarse a la cara, sólo escribiendo se pierde mucho de la riqueza de la comunicación no verbal, por pantalla eso mejora un poco, pero nunca será lo mismo como estar presencialmente en vivo, frente a frente a la otra persona. Por video no hay olores, texturas, contacto físico, nada que resulte cercano y que acabe por complementar y completar la experiencia de estar con alguien, para bien o para mal.  Lo mismo ocurre cuando sólo se puede oír la voz de la otra persona, se pierde la gestualidad aunque queden las inflexiones de la voz que pueden servir para inferir ciertos "metadatos" de la personalidad o del estado de ánimo del individuo en cuestión. Cuando la relación va por escrito, al ortografía es comparable al tono de la voz, indica bastante del status de la persona. Hay quienes bromeando han llegado a afirmar que las faltas ortográficas equivalen a la halitosis en al vida real.
Pero en fin, lo que me interesa es otra cosa.
De las relaciones a distancia por video conferencia ocurre algo paradójico. Si lo pensamos bien es algo bastante curioso. Estás lejos pero nunca más cerca al mismo tiempo, quizás sea por la disposición en la que por lo general te sientas ante  la pantalla, de frente, con atención casi absoluta a la  persona que tienes del otro lado de la cámara, con tiempo para mirarla a la cara, ver la expresión de sus ojos y de su rostro cuando te habla o la manera que tiene de escucharte a la vez que seguro también te está analizando. Su manera de sonreír, de hablar, de mover los labios, como mueve sus ojos, y mil detalles, sus pequeños tics o manías, lo observas todo y sin que resulte incómodo porque no tienes nada más que mirar. Es raro, pero se da de manera natural y consentida que así sea.  
Esa dedicación casi exclusiva aunque no sea por tiempos muy prolongados, pudiendo llegar a ser sesiones de  2 a 3 horas diarias o tal vez menos, pero en calidad ese tiempo vale por horas de convivencia juntos en la vida real. Y de lo que se conversa puede pasar de lo más insignificante y superficial a confesarle cosas que ni ante  ti mism@  te habías  atrevido a reconocer, cosas intimas y profundas, hasta las tonterías que hiciste durante tu día.
Días conversando así, pueden llegar a sentirse como meses y/o años, como si llevaran una vida juntos. (Esto mismo, tal vez explicaría por qué en poco tiempo cronológico se puede llegar a tomar decisiones importantes.)  
Y en poco tiempo lineal, se llega a lograr una unión, una conexión mental extraña, estás todo el día conectad@ como por un wifi mental que te hace sentir acompañad@ en el alma y lo único que quieres es que llegue pronto la hora acordada para verse. Quisieras poder compartirle todo lo que haces, sacas fotos a las cosas ricas que cocinas para que vea que eres capaz de hacer cosas ricas. Andas como entusiasta y con energía para hacer las cosas que hace tiempo tenías pendiente de hacer y las haces, sólo para tener algo que contarle.
Cuando sales de paseo fotografías absolutamente todo a tu alrededor para que no se pierda nada de lo que ves porque quisieras que pudiera ver todo aquello que tú ves, como un modo de hacerle partícipe de tu vida, si pudieras sacarte los ojos y el cerebro para pasárselos para que pudiera experimentar la vida que tú viviste durante ese paseo, lo harías.
A menudo sientes que ya no habitas tu espacio del mismo modo como solías, si él o ella es de otra ciudad o país, sientes como si tu alma estuviera a caballo de dos realidades simultáneamente. Estás pendiente de lo que pasa allá, la información te entra como por osmosis, ni la buscas simplemente aparece sola, todo parece que te habla de ese lugar donde él o ella se encuentra. Temes por su bienestar, más que por el tuyo. Te sientes vulnerable, sabes que tu talón de Aquiles es ella o él, temes por todo lo que pueda ocurrir pero no por ti, sino por él o ella. 
Estás tan imbuid@ en su mundo, que se te queda su modo de hablar, sientes su voz con su acento en tus oídos incluso después de haber apagado todo para ir a dormir con la última de sus sonrisas en tu mente. Sientes que todo sobre él o ella te  encanta. Es todo un mundo nuevo de posibilidades que se abre a tus pies y vuelves a sentirte como cuando estabas terminando la Universidad con todo un mundo de infinitas oportunidades a tus pies. Sientes que te invade una especie de felicidad, una mezcla de sensaciones de poder e inmortalidad, sientes como si un nuevo mundo se descorre ante tus ojos y nada parece imposible. Es una rara sensación de sentirse adolescente porque tu ilusión es como la que sentías en esa época y al mismo tiempo tu lado más racional te hace sentir insegur@ ante todo.
Y todo está en tu cabeza, las ilusiones, los castillos en el aire,  las esperanzas, hasta los temores, pero todo parece tan real que a veces da un poco de miedo, subir tan alto porque intuyes que el porrazo puede ser fatal, pero en ese momento no te importa, sigues subiendo hasta donde dé la cuerda de tus sueños. 
Nadie que te conociera supondría lo tont@ que te puedes llegar a  ver dándole besos a una pantalla, pero no te importa lo que piensen los demás, dejas fluir tus sentimientos y lo único que te importa es que te sientes bien y que tienes al frente a alguien que te está respondiendo los besos a través de la cámara. A qué saben esos besos? A aire, a nada, pero son los más dulces y tiernos de toda la vida, porque nacen tan genuinos, nadie los fuerza simplemente nacen del alma, de la confianza que se ha ido generando de apoco entre ambos. 
En las relaciones a distancia se forja una suerte de complicidad que se va desarrollando día a día de apoco, y que se transforma en un código propio de la pareja como en cualquier relación, eso es transversal creo yo. 
La formación de una identidad mutua con la pareja se da inevitablemente y eso hace que uno crea que está en pareja real y de verdad pese a la distancia.
Y las reglas de toda pareja se aplican también a las parejas por Internet  y que cobran el doble de importancia que dentro de una pareja normal en vivo y en directo. 
La lealtad y fidelidad son fundamentales, la honestidad y sinceridad también. Cuidar la confianza entre ambos es vital, lo más fundamental de todo diría yo.
Al prometer algo hay que  tener mucho cuidado de cumplirlo, también, porque por la red las palabras pierden peso y sólo son los hechos los que aseguran  que lo que se dice es verdad. 
Tengan cuidado con lo que prometan. No prometan nada que no se sientan capaz de cumplir. No mientan porque una mentira a la distancia, destruye cualquier relación que se pueda haber creado por más fuerte que se crea que haya sido construida. 
Las ilusiones y la realidad son igualmente frágiles por Internet, el doble de lo que pueden llegar a ser en la realidad, en vivo y en directo.
Es muy importante ser capaces de brindar seguridad a sus parejas respecto al tipo de persona que son, si dicen que harán algo que sea ese algo lo que hagan. Que haya coherencia y consistencia. 
Si quedan a una hora determinada para encontrarse por video conferencia sean puntuales. Si por alguna razón no puedan estar a la hora y día acordados avisen con anticipación, no abusen del tiempo de la otra persona. Y si no pudieron avisar antes, en cuanto puedan den una explicación aclarando la situación para evitar hacer sentir mal a su pareja. 
La clave de todo está en cuidar los detalles tratando de evitar los malos entendidos.
Es sencillo, basta con aplicar las reglas básicas de buena educación y conducta que hemos aprendido desde pequeñ@s. 

Cuando te saluden, saluda.
Cuando te hablen amablemente, responde de buena manera.
Cuando te vayas a ausentar por un breve momento, avisa.
Cuando no puedas llegar a una cita, avisa.
Al acabar una conversación, despídete. 

Recuerda que el silencio es el peor de los desprecios, eso ya lo decía Nietzsche.

Cuando todo vaya mal, date un tiempo para pensar las cosas con calma y da una explicación razonable de tu comportamiento o de tu decisión. No dejes en el aire a la otra persona, primero porque es mala educación y segundo porque se la merece y así le evitarás un dolor mayor haciéndole sentir despreciad@. 
Ser desconsiderad@ y mal educad@ en Internet es equivalente a ser mala persona. Recuerda que son los hechos los que te crucifican o te salvan, pero en la net son las palabras las que quedan para siempre.
Una de las reglas de oro que yo creo que es fundamental respetar a raja tabla para tener una relación exitosa, es decir, que logre llegar a buen puerto. Yo diría que más bien son dos.
1. Tener paciencia. No desesperarse queriéndolo todo de inmediato, porque a veces las situaciones requieren de tiempo antes que puedan ser posibles.  La desesperación o ansiedad sólo acarrean frustración y la frustración a la larga, desesperanza. La desesperanza hace que la perseverancia se amilane y en poco tiempo se acaba por renunciar a todos los lindos proyectos que ambos tenían para un  futuro juntos. 
2. Que  tu pareja sea tu prioridad siempre. Que nunca sienta que la dejas de lado por algo menos importante en tu escala de prioridades. Es decir, por cosas que no tienen verdaderamente importancia, o por situaciones que no ameritan que dejas de lado a tu pareja porque no son verdaderamente urgentes ni importantes. 
Hacerle sentir a tu pareja que es la persona más importante en la vida  para ti, es esencial  a la hora de demostrar que tus sentimientos por él o ella son verdaderos. 
Y si por alguna razón no puedes dedicarle ese lugar en tu vida, porque verdaderamente tu prioridades sean otras, déjaselo claro desde un principio. Rayar la cancha de un principio delimitando bien las reglas es lo más justo para ambos. Luego cada uno decide si está dispuesto a seguir así o no, pero al menos las normas estaban claras del comienzo. Lo demás es el libre albedrío de cada quien. 
Evidentemente hay que tratar de evitar los cambios de reglas sin previo aviso, unilateralmente. 
En esto tiempos donde las tentaciones y distracciones  están a un click de distancia es cada vez más difícil lograr conectar con alguien, con ese alguien preciso; llámese alma gemela, príncipe azul, el amor de tu vida, destino, como sea que quieras denominarle. 
Si tienes suerte y llegas a encontrar a esa otra mitad errante que te fue prometida para esta vida, lucha por no perderla. No hay nada más triste que la vida sin esperanzas de encontrar a la mitad que te pertenece y sentir que te pasarás la vida con tu alma en solitario. 
Los engaños están también a la orden del día, hay mucho engaño en Internet. 
Pero si por alguna de esas cosas de la Vida te toca la suerte de conocer a alguien especial con quien sientas una conexión especial, no sientas miedo, sólo se precavid@, tómate tu tiempo para irle conociendo de apoco y confía en tu instinto, en ese radar interno que todos tenemos desarrollado en menor o mayor grado, pero el único modo de afinarlo es usándolo y para eso se requiere un cierto nivel de valentía. Valentía pero con precaución, así no tiene nada de malo. Minimiza al máximo los riesgos. Tienes que ser inteligente también.
Pero ten en cuenta a tu sentido común, si no te da confianza, no insistas. Sal de ahí. Nunca entregues todos tus datos personales a un desconocido ni tu teléfono ni menos tu dirección. Aún menos se te vaya a ocurrir hacerte fotos comprometedoras para regalárselas  con las que te puedan extorsionar más tarde o que puedan subir quién sabe dónde. 
En resumen usa la cabeza para pensar, no te lances a la piscina sin saber qué hay en el fondo.Usa los filtros de tu criterio. Y si no  tienes  un buen criterio, uno mínimamente básico y útil, te recomiendo que no te metas a conocer gente por internet, es peligroso.

Bueno, esto es lo que por hoy puedo aportar. Tal vez en otra ocasión piense en más cosas que estén relacionadas con este tema, pero por hoy es lo que se me vino a la cabeza y creo que hasta aquí está bien. Tampoco quiero ser una latera ni artillarle los sueños a nadie. 
De corazón espero que pueda servirles de algo para evitar que usen demasiados pañuelos de papel y no se talen tantos árboles en el planeta. 

Cuídense y cuiden vuestro amor si han tenido la suerte de haberlo encontrado.