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jueves, 10 de noviembre de 2011

No sé por qué.

Por qué el verde se relaciona con la esperanza?
Debe ser porque el color de las hojas en las plantas, de los árboles, de la hierba en los campos es verde, que luego de los colores cafesosos y grises del invierno, en primavera todo reverdece y se llena de colores otra vez el paisaje con las flores que brotan y que en verano se convertirán, a veces, en frutos. Y el ciclo de la vida vuelve a empezar. Seguro que es por eso que el verde ha quedado asociado con esperanza.
Este es el tiempo de la cosecha de las olivas, no sé por qué me acordé.
Son recuerdos que me provocan ganas de llorar.
El año pasado en esta misma época, mi vida era otra. Me sentía optimista, llena de ilusiones, caminaba de paseo por la orilla del Nahuelhuapi con la mente puesta como si llevara una conversación con alguien a mi lado, caminando conmigo de la mano, contándole hasta cómo sabía el helado de chocolate blanco.
No sé, fue otra, época, otra vida, otra Yo.
Cómo pude sentirme tan feliz sólo por una ilusión?
Cómo pude ser tan tonta y creérmela?
Hace sólo un año y ya me parece que ha pasado toda una vida. Miro hacia atrás en los recuerdos y me parecen tan lejanos como absurdos.
Que se me olvida que se trata de mí, y que nací bajo el peso implacable de la realidad. Nunca podré escapar a eso. Se me olvida que los sueños no son para mí.
No sé, hoy ha sido un día triste, no sé por qué. Afuera hace un día lindo, mi jardín está en verde a full, las rosas florecidas en sus colores más fuertes, el ramaje de las plantas está vigoroso y brillante.
La vida bulle allá afuera, pero no sé por qué no me siento parte de esa vitalidad.
Podría saltar en un pata de felicidad porque todo está bien, pero no sé por qué pero no me siento feliz.
Qué me pasa, qué está mal conmigo que no soy capaz de sentirme feliz por lo que tengo, porque después de todo, está todo normal, todo está tranquilo, todos, a  mi alrededor, están bien.
Pero es esa sensación odiosa de inconformidad, de pesadez, de cansancio, de desidia, de querer mandarlo todo al carajo y que no me importe nada.
No sé, es una sensación que sé no es buena, que no debería sentirla. Que debo sacudírmela de encima porque no es sano lo que estoy sintiendo.
No sé si quiero la vida que se bosqueja ante mi horizonte. La veo y no sé si tengo los cojones necesarios para vivirla.
Debería hacer mi vida, y cuando me sienta lista, que ya vengo de vuelta, recién ahí, sentarme ante la mesa de hacer planos, pero ya es tarde. Los planos ya están discutidos, el proyecto ya está en marcha, pero no estoy segura si resultará, si la construcción será posible, y no se derrumbará ante el más mínimo movimiento telúrico.
Supongo que todo irá en mi fortaleza, pero si el simple recuerdo de un breve tiempo de mi vida me descompuso el día y me sentí demolida otra vez, qué más sería dejar atrás mi vida entera por seguir un camino nuevo.

1 comentario:

  1. Oriana amiga ¿qué pasó hoy? ¿qué bichito te picó?¿Cómo es eso de..."Se me olvida que los sueños no son para mí"? No existe restricción en el universo para que puedas o dejes de soñar, eso es algo que venía contigo incluso antes de nacer y es tan fuerte que nada, ni nadie puede destruirlo.No te prives de las cosas buenas y simples de la vida, riega ese jardín verde y disfruta del olor a tierra mojada, respira lentamente y toma conciencia del acto de respirar (aquel que te mantiene viva), come un chocolate y paladealo, cierra los ojos y agradece que no estés a oscuras, tararea una canción de Simply Red o de tu artista favorito, mira las estrellas y te darás cuenta que eres un pequeño punto en el universo, y si estás es él, es por que tienes el derecho de "SER FELIZ" a eso vinimos nena, lo demás es "paja molida". Sin lugar a dudas, hay muchas cosas en tu vida, por las cuales despertar mañana, aferrate a ellas con ahínco y pide fuerzas al cósmos para continuar, aleja los pensamientos negativos manteniendo una sonrisa (se activan 38 músculos faciales) y date un autoabrazo, para tomar conciencia de tu envase físico, recuerda que somos espíritus viviendo una experiencia humana.

    Te mando un abrazo lleno de energía positiva, y recuerda que cada día corresponden a 24 horas inéditas, para ser llenadas con la pluma de tu vida y lo escribas en ella depende de tí.

    Esteban

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