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martes, 28 de junio de 2011

Las cosas como son.

Hasta dónde llega el sentido común y desde dónde comienza el orgullo?
Los especialistas en criminalística dicen que -la falta de evidencia es una evidencia en sí misma.-
Es decir, no porque no se encuentran huellas quiere decir que no las haya, o que por falta de pruebas, nadie haya cometido el crimen en cuestión. Simplemente, la ausencia de evidencias quiere decir que se está ante una mente organizada, fría, que no comete errores, que sabe cómo no dejar rastro, de alguien que sabe perfectamente cómo y qué es lo que hace. Sin duda, alguien de temer. 
A veces en la vida se puede saber mucho más de como son las cosas, saber lo que hay sólo por lo que falta.
Y lo que veo que falta, no me gusta.
No estoy para que  'me vea las canillas', como decía un profesor de la U.
Hay algo que se llama DIGNIDAD, que es una clase de orgullo sensato, sin la dosis de vanidad ni capricho que conlleva el 'orgullo' ese que sólo hace lo que se le viene en gana, nada más porque sí, más pariente de las pataletas y de la mala crianza que del sentido común.
Creo haber sido siempre clara, y honesta al decir lo que pienso y lo que siento. Las cosas que me gustan y las que no. Lo que acepto y lo que no. 
Pero contra la porfía y la tozudez  de insistir siempre en el mismo  error.
Como si alguien fracturara a propósito un hueso que se acababa de soldar y en la misma parte, una y otra vez, sólo esperando que se rellene un poquito para volverle a partir por ahí mismo. Si yo fuese una tibia o un fémur, sólo podría  volver a caminar con mucho dolor y cojeando para el resto de la vida.
Tendría algún sentido permitir que alguien me re-fracturara una  de mis piernas?
Y si no fuese una pierna, si se tratase de mi corazón?


La vida tiene que ser algo más, no me basta con "es lo que hay"  y "soy así y no voy a cambiar".
Malditas frases mediocres, las detesto.  No es más que un conformismo despreciable!!!
Si la vida, tal como la entiendo, es un camino al que estamos llamados a superarnos, a ascender espiritualmente, a evolucionar, a ser cada vez mejores personas, a entender lo que ocurre más allá de nuestras narices. 
Por qué tengo que aceptar la misma actitud, una y otra vez.
A veces el amor no alcanza, a veces es sólo estupidez, y no amor.
O pereza, o costumbre, bueno, por pereza. Viene a ser lo mismo, en definitiva.
Cobardía?
Pereza y cobardía?  Y orgullo?,( pero del estúpido).
Qué mezcla más decadente, perfecta para sólo llevar una vida de mierda.
Y yo no quiero que mi vida sea una vida de mierda, sólo porque me dejé llevar y no me impuse para alcanzar lo que realmente quiero.
Ahora, qué es lo que quiero?
No lo sé.
Sólo tengo claro lo que NO QUIERO.
Y lo que no quiero es que se vuelvan a repetir en mí todos esos días interminables de pena y nostalgia que me volvían en estropajo emocional y que no me dejaban cabeza para más cosas que no fuera preguntarme por qué.
Es así como siento que las cosas son.



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