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viernes, 4 de febrero de 2011

15 minutitos de fama.

Desde ayer ya no me sentía optimista por lo que hoy pudiese ocurrir.
Hoy tuvo ese saborcillo de dulce y agraz. 
Una cierta desconformidad por lo que pudo haber sido mucho mejor, pero agradezco lo que sencillamente fue. No estuvo mal. Lo sé. Para qué exigir más, para qué pedirle peras a los olmos.
Sólo que hubiese deseado que fueran las cosas diferentes. 
Hoy era el día  en que se supone todo el mundo, al menos una vez en el año, tiene el derecho a sentirse especial. 
Es el único día en que esos 15 minutitos de fama tienen 24 horas, pero me sentí triste, desmoralizada, pero no sorprendida. De cierto modo me lo esperaba.
Soy una solitaria de alma, así he sido siempre y así lo seguiré siendo siempre, no importa si hay alguien a mi lado o no.
Pero no debo dejar que me depriman estas ideas.
Qué importan las ausencias, he vivido perfectamente hasta ahora sólo entre quienes me quieren bien, el resto,  poco importa.
El recuerdo y el olvido nada significan. 
Los enemigos y los amigos, no se diferencian por recordar fechas, sino en como nos hacen sentir. 
Creo ser una persona que no tiene enemigos, pero tampoco grandes amigos, no al menos unos con buena memoria.
Me basta con quienes sí se acordaron, y se los agradezco en el alma, porque me hicieron sentir bien.
Y no me pregunten cómo se siente, porque no lo sé. Yo me siento igual a como me sentí ayer, con un año menos de edad.

1 comentario:

  1. oooooooooohhhh!!!!!!!! de cumplaños???o uno menos jijijimirenla ella si ya esta grande...jiji saludos y gracias por pasar por mi casita a dejar sus palabras siempre gratas...un beso por ese año...o no?

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