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viernes, 19 de noviembre de 2010

Sueño en verde y azul.

Verde y azul.
El verde del follaje de los árboles, en todas sus gamas, en todas las estaciones, desde el amarillo pasando por los rojos en todos sus tonos hasta llegar al café,  pero prefiero el verde, ese intenso, oscuro o claro, pero verde como la vida misma en todo su esplendor.
El azul, del cielo despejado de nubes, en el agua como un gigante espejo que refleja el celeste azuloso de un cielo limpio, pero ese azul turquesa o verde petróleo del agua por efecto del verde de la orilla, es glorioso.
Aún con un día nublado, los tonos son un encanto. La masa acuosa grisácea a los pies de un masiso boscoso verde botella franjeado en el tope por un manto de nubes blancas sombreando quebradas y cimas, es un deléite para cualquiera que disfrute de la vida al aire libre.
Si tuviese que escoger un lugar para vivir, elegiría un paisaje de montaña, pero lejos de las consecuencias de una erupción volcánica porque en un país sísmico como éste es un riesgo constante, por eso  vivir mirando hacia el mar de cerca tampoco me convence.  No invertiría en una propiedad cerca del mar ni de un volcán, tampoco en terrenos que tengan problemas con la falta de agua.
En fin.
Existirá algún lugar en este mundo dónde sea un paraíso para vivir?
O el paraíso lo hacen las personas?
El paisaje hace mucho, creo yo. Marca y determina el tipo de persona que podemos llegar a ser.
Para criar una familia, un entorno armónico hace hijos libres, sanos y felices que a la larga serán por consecuencia, ciudadanos libres, sanos y felices.
Países con paisajes llenos de verde y azul tienen mayor índice de satisfacción entre su población, todo el sistema funciona mejor en un entorno así de hermoso y agradable. Pero, hay que considerar no sólo el color del entorno, sino también el clima.
No da lo mismo un clima frío de montaña a uno húmedo y caluroso como el del Amazona.
Si se piensa bien, los países que tienen territorio en la Selva amazónica, son complejos, y los territorios  que están dentro de la Selva misma, son más atrasados que el resto que está fuera de los deslindes selváticos.
El clima y la geografía, determinan la economía y el desarrollo de los pueblos y también la ideosincracia. No sé si los economistas toman en cuenta este dato para hacer sus cálculos y proyecciones a la hora de ver el mañana a años luz de distancia y jugarse el futuro de las personas en la bolsa de negocios de Londres o de Nueva York.
Como sea, sólo espero que aún exista mundo para criar a una próxima generación libre, sana, confiada, segura y feliz.
Sueño en verde y azul.
Una cabaña en medio del bosque o con una sencilla casa en medio de una pradera, una mezcla entre la pequeña casa en la pradera con la cabaña del abuelo de Heidy, con un viejo abeto y un inmenso perro, no necesariamente un san bernardo llamado Niebla, me conformo con mi viejo labrador; mi petardillo y una ristra de críos corriendo felices entre los prados y arbustos, aunque en menos cantidad que la familia Von Trapp.

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