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jueves, 30 de diciembre de 2010

Un año más.

"Un año más , qué más da.
Un año más que se va!!!..."
Es la letra de una canción que es un clásico,  creo que es la cumbia oficial que se oye luego del himno nacional y la cueca que tocan para el año nuevo. La oigo todos los años y ni así sé cómo van esos versos.
La cena, los fuegos artificiales por televisión, al mismo tiempo que  alguien pasa con la bandeja repartiendo copas con champaña, las cucharadas de lentejas sin sal ni aliño, la torta con el cafecito, esperar a que suene el teléfono, y no pasará mucho rato en que la visita exprese su deseo de irse. Sacar el auto para ir a dejarla, rogando por no toparse con desalmados y cretinos por la ruta a exceso de velocidad y en excesivo estado de ebriedad.
Todos los años es más o menos lo mismo.
Nunca mis años nuevos fueron muy entretenidos.
Recuerdo que cuando mis abuelos paternos estaban vivos, se acordaba una cuota por persona y nos íbamos a un restaurante que tuviera cotillón y orquesta en vivo, como se estilaba en esos años. Orquesta, no DJ. Generalmente, el restaurante elegido era Calabrano, en el Km 3.5ó 4.5, ya no recuerdo, de la ruta a Santa Juana.
Se juntaba un choclón considerable. Lo entretenido para mí era que iba mi primo que es como uno o dos años mayor que yo y oficiaba como mi pareja de baile. Pero a lo que entró a la adolescencia, comía con nosotros, daba los abrazos y cinco minutos después de las doce, su papá tenía que llevarlo a la casa de algún amigo desde donde partía el carrete juvenil. Que siempre adiviné como más entretenido que tener que quedarse entre pura gente grande.
Yo como era más chica, obviamente, me quedaba con mis papás hasta que decidían irse. Como ya no tenía con quien bailar, mis tíos, mi abuelo y mi papá se turnaban para que yo no me sintiera aburrida mirando a todos  los demás divirtiéndose y yo sentada sólo mirando de lejos.
Ahora, que lo pienso, fueron muy lindos conmigo. 
Que tonta se es cuando no se tiene la perspectiva que dan los años, no?
Bailar con el primo tampoco tenía mucho brillo, pero era al menos como de mi edad.
Me acuerdo de una vez que fuimos en patota a esperar las doce, con la champaña y vasos plásticos, al Barrio Universitario porque había un show en la explanada de la Biblioteca Central y después de la media noche había un espectáculo de Fuegos Artificiales que tenían preparados en el sector de la cancha de hockey. Los tiraron muy bajos y las brasas caían aún encendidas sobre las cabezas, al menos esa era la sensación. El disparo se sentía atronador, recuerdo que me sentí como si hubiese estado como en   un bombardeo aéreo. Me imaginaba Berlín en el '45.
Pero lo que recuerdo como más divertido fue que toda la gente que había llevado champaña, comenzó a destapar las botellas haciendo saltar a la distancia los corchos para que les cayeran encima del mate a cualquiera que no los esquivara a tiempo. Cuidaaaaado, un corchoooooo!!!!
Muy desgraciados pero divertido. Me reí N. 
Creo que ese año '94 fue el último que se celebró en la U de Conce.
Después comenzaron a tirar lo Fuegos del puente Viejo, después del Llacolén y ahora desde la costanera.
Es una lata.
En la U era más choro, más seguro al menos y se podía ir a patita, no era necesario tener auto. 
El mejor Año Nuevo que recuerdo fue el del '96 para el '97. Fue una reunión familiar entrañable. Todo se dio para que coincidiéramos  y nos pudiésemos reunir en los Lleuques. Fueron como tres o cuatro días  de comer y comer. Que manera de patachar. Al desayuno pailas de huevos frescos con tortilla de rescoldo calentitas, y a media mañana, antes del almuerzo, el desayuno escolar: harina de avellana con azúcar y malta Morenita.  De almuerzo porotos granados con asado a la olla y ensalada de tomates, pastel de choclo, humitas, tortillas de rescoldo. Después de la siesta, jugar a la sombra de los olmos unas manitos de carioca con todos mis tíos, hermanos de mi abuela, recordar viejos versos, letras de canciones, e historias geniales, amenizadas con unas cervecitas heladas y tajadas de sandías con harina tostada. Para rematar,  en la tarde con la fresca, ir a preparar el fuego en el asador para tira a las brazas unas carnecitas. Recuerdo que alguien había llevado un costillar de cordero y que estuvieron dándole vuelta en no sé cuántos turnos, de hombres, como por más de tres horas, luego llegaron las mujeres, que habían dicho que ellas no comían esas cosas porque según ellas la carne de cordero sube el colesterol pero que al final dieron cuenta de las costillas y no dejaron casi ninguna para los que estuvieron desde el principio dándole vueltas disciplinadamente al fierrito caliente del espiedo. Jajajaja!!! Nunca sabes para quién trabajas, cierto?
Lo lindo y especial de ese Año Nuevo fue que fue el último en que estuvimos todos reunidos, antes que comenzaran a morir los tíos viejos. Fue realmente inolvidable.
Los Años Nuevos mejores de mi vida, supongo que son los que están por venir.


Feliz Año 2011 para todos mis amigos. Un abrazo muy grande!!!!!!

1 comentario:

  1. Holaaa feliz año...tengo que decir que no eres la única de tener recuerdo de grandes años nuevos...nunca sali a bailar principalmente por cosa de gustos...considero que es una fecha familiar..pero a los jovenes nadie los para...bueno felicidades...y un gran año 2011

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