Páginas

lunes, 25 de abril de 2011

No es un adiós.

Hoy me he enterado de la triste noticia.
Uno de los más importantes poetas chilenos del los últimos tiempos, Gonzalo Rojas, ha muerto.
Maestro. No tuve el honor de ser su discípula pero sí de estrechar su mano en una oportunidad. Teníamos amigos en común.
En más de una ocasión pude asistir a sus lecturas poéticas organizadas en en mi Facultad o en la de Derecho, que queda al lado. Inolvidable esa voz rasposa de boca grande y labios de congrio  que dejaban salir palabras como bocanadas de aire cálido y luminoso, logos precisos e ingeniosos, porque inventar palabras era su juego preferido, palabras que en sí mismas encerraban el resumen de una idea completa.
Es que el idioma le quedaba corto a Gonzalo Rojas, sus ideas iban más allá de las palabras que existen en castellano. Pero se las ingeniaba para no echar mano ni del francés, ni del inglés, todo estaba dado en la semántica de los morfemas para él.
Es cierto, Warken, tiene razón, por lo general, no se enseña a Gonzalo Rojas en la educación media pública y algo está muy mal si sigue así.
Si no hubiese asistido a clases del taller literario del colegio, quizás sólo lo habría descubierto recién en la U.
Y de cierto modo también tiene razón al decir que Chile es un país de poetas.
Pero hay una cosa que por lo general no se dice, a veces los poetas más premiados y reconocidos, no son los únicos buenos que existen o que un país puede vanagloriarse de contar dentro de sus habitantes.
Cuánto talento hay del que no figura oficialmente porque no tiene las conexiones sociales o políticas necesarias?
Para postular a Nobel de Literatura se necesita ser postulado por otros y tener una cierta cantidad de publicaciones editadas en francés.
Es decir, para llegar tan alto, no es suficiente el talento per sé.
Gabriela Mistral, Pablo Neruda, tuvieron gente influyente a su alrededor que los admiraban y que les facilitaron el camino para llegar a convertirse en los íconos de la Litertura o de la Poesía, que son.
Recuerdo que en la U, existían dos corrientes, una clase de hinchada dividida entre los profesores de literatura, estaban los parrianos o seguidores de Nicanor Parra y los rojistas, los admiradores incondicionales de Gonzalo Rojas. 
A mi juicio la división se viene de más arriba: Neruda v/s Huidobro.
Gonzalo Rojas es más nerudiano, por decirlo así, en su estilo, y Nicanor Parra es más de la línea huidobrista con todo lo del creacionismo que pudo decantar en su característica"Antipoesía", finalmente.
Como sea, a mí me gustan los dos. Son ingeniosos y dejan pensando un rato luego de acabada la lectura.
Ambos logran desconcertarme y provocarme un -"hey, tiene razón, no lo había pensado así"- y eso me resulta muy grato y divertido.
Pero si tengo que elegir a uno de los dos, me quedo con Gonzalo Rojas porque escribió el primer poema que leí en el que está escrito mi nombre, aunque esa Oriana no haya sido yo.


Desde hoy, entrará en los planes y programas del Ministerio de Educación, de seguro.
Desde hoy comenzará a ser más conocido que cuando estaba vivo.
Desde hoy, Gonzalo Rojas, ha pasado a ser inmortal.
Enhorabuena, Poeta.
"No es un adiós, sino, un hasta siempre."


No hay comentarios:

Publicar un comentario