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lunes, 27 de septiembre de 2010

Si Dios quiere.

Siento como si la vida entera ha sido una preparación para este momento.
Sólo que nunca pensé que me pasaría a mí.
Las mujeres como yo, generalmente nos quedamos solas.
Pero esta vez, siento que es diferente.
Estoy viendo otro futuro, y ese siempre estuvo entre mis pensamientos, sólo que no le tenía mucha fe.
Me pasa algo como debe sucederle a una madre que tiene muchos hijos, a unos les halla dedos para el piano y a otros no, tiene cifradas las esperanzas más en unos que en otros y de pronto por el que menos apostaba, ese es precisamente el que mayores satisfacciones le da en la vida.
En este caso no son hijos, si no, ideas. Hijos, ideas, da igual, son una preocupación constante y a veces tampoco dejan dormir.
Y  hasta hemos pensado en eso. Que espanto. Yo, con hijos?
No lo sé, no me lo imagino.
Bueno, tampoco imaginaba la posibilidad de encontrarme con alguien en este mundo que fuera tal como soñé tendría que ser, porque es casi como si hubiese leído mi diario y hubiera ensayado frente al espejo.
No sé, a estas alturas. Puedo creer cualquier cosa.
La vida es mucho más basta que mi limitada imaginación.
Lo divertido, es que de todas mis declaraciones de independencia no me retracto ni un ápice, sólo hago uso de la cláusula que está al final: -Si Dios quiere.-
Y al parecer Dios no quiere soledad infinita para mi alma.
Y la verdad, se lo agradezco de corazón. No hay como el amor.

1 comentario:

  1. Me encanto todo lo que dices esta para imprimirlo y enmarcarlo, claro que todos tenemos a alguién que Dios de alguna manera nos pone en el camino es cosa de abrir los ojos aveces para verlo, y descubrir así que el amor esta en lo que menos esperabamos..

    Cariños amiga me alegro por ti...

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