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martes, 24 de agosto de 2010

3,2,1:Ignición!!!!

Cuando los planes no resultan como se sueñan, claro al principio da rabia, dan ganas de mandarlo todo al carajo, de dar portazos en todas las puertas para que Dios escuche nuestro enojo.
Pero, luego con más tiempo y reposo, mirándolo todo con fría distancia, analizando objetivamente lo perdido, resulta que no todo es tan terrible. Había que mover toda una montaña para que ese destino se labrara.
Entonces pensé en aplicar lo mismo que ya sé: "todo tiene su tiempo", no es bueno forzar las cosas.
Lo que ha de suceder sucederá. "...lo que será será..."cantaba Doris Day.
Y yo me repito: "piano, piano, va lontano".
Bueno, no será tal como pensaba sería, pero no todo está perdido, me queda aún la segunda opción en pié.
A veces es bueno no quemar todas las naves.
Estaré bien, para comenzar no es malo. Antes de correr hay que caminar. Hacer un pre-calentamiento antes de entrenar.
Esto será como el carreteo de los aviones por la pista de aterrizaje antes del despegue.
Me encantó eso de "3,2, 1, ignición, al infinito y más allá!" Gracias, Buzz.
Sí, también siento que mi vida real y propia está cercana.
Cuando "sea grande", por fin. Viviré sólo bajo mis propias normas.
Jamás le entregaré mi alma al sistema. Quiero vivir la libertad que me podré financiar.
Qué gracia tendría haber dado una tremenda batalla para lograr por fin la conquista de la propia independencia para luego sentir no tener tiempo para nada? Sería como sólo cambiar de amo y seguir siendo una esclava, pero ya no sólo servir a cambio de comida, techo y abrigo, sino entregar el precioso propio tiempo por unos cochinos pesos.
Es tan cierto eso de que "el dinero no hace la felicidad pero la financia".
"Poderoso caballero don Dinero", tan sucio como milagroso, tan despreciable como apetecido, tan majadero como necesario, tan corruptor como salvador, tan vil y repulsivo. No tanto en sí mismo, que es inerte, e inofensivo, sólo antihigiénico. Pero si nadie le rindiera tributo ni pleitesia, si nadie le diera vida de persona importante, si nadie lo tomara en cuenta, si no tuviera valor alguno, podría ser hasta una ingeniosa pieza de arte con diseños coleccionables por los que nadie pagaría por tener.
Si la vida no hubiera evolucionado del trueque, del goce de los bienes mancomunados, del trabajo en conjunto, de la repartición del pan nuestro de cada día y de la milagrosa multiplicación de los peces. O si viviéramos como los animales que sin tener ni uno no se mueren de hambre.
Pero qué le vamos a hacer vivimos en una sociedad cruelmente metalizada, desvergonzadamente monetizada, en que si no tienes dinero eres menos que un escupo en el pavimento.
Hoy, oí algo interesante, una socióloga norteamericana dijo una vez que "para cambiar el mundo sólo se necesitaba un puñado de hombres realmente comprometidos con la causa dispuestos a dar la vida por sus ideales".Y yo le agregaría a ese puñado de hombres, un grupito de mujeres, no para servirles el café, sino para aportar ideas, para no dejarles de hablar y evitar así que se durmieran mientras alguien expone sus planteamientos que pudieran ser más justos e interesantes de lo que piensan.
Creo que tiene razón, históricamente así ha sido siempre.
Los grandes cambios, por lo general provinieron de grupos de gente joven e inconformista que no le gustaba para nada el mundo así tal cual se lo estaban entregando sus mayores.
Me pregunto, si no hemos estado demasiado tiempo boquiabiertos deslumbrados con los asombrosos juguetitos, estos, tecnológicos con los que nos han dorado la píldora para convertirnos en adictos a su consumo y no veamos realmente las cosas como son?
Los "pingüinos" la supieron hacer, usaron las herramientas a su alcance para organizarse y darle la pelea al sistema, pero el sistema se los compró con becas y cargos políticos de dirección pública con proyección a nivel de las grandes ligas.
Cómo no sentirse carne molida para embutidos, tal como tan gráficamente lo expone Pink Floyd en The Wall. Ellos que pertenecen a una generación de post-guerra, y nosotros que sólo sabemos de guerra así tal cuál sólo por películas y documentales, seguimos sintiéndonos igual de morcillas, prietas y longanizas.
Me resisto a ser carne para gusanos. No.
Si voy a ser cadáver, alguna vez, por una cuestión de ética ecológica quiero que esos gusanos se alimenten bien, que coman buena carne, carne gloriosa.
No me rendiré, quiero hacer de mi vida una historia de la que me sienta orgullosa.

1 comentario:

  1. es mejor morir luchando por los sueños que queres conquistar que quedarse sentado esperando a que esos sueño o esas historias lleguen hasta vos, no hay que entregarse al sistema, no hay que ser parte del todo, hay que crear una parte para hacer un todo mejor...

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