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martes, 5 de octubre de 2010

La voz de la cordura.

Lo sé, lo sé.
Visto desde afuera puede llegar a parecer absurdo. Incluso hasta decir "parecer", es cuestionable.
Bueno, es razonable. Visto fríamente, desde el mundo exterior, sin conocer los detalles, es comprensible.
A mí, si alguien me cuenta someramente una historia, la mitad apenas de lo que ha sido mi historia amorosa personal hasta ahora, así a grosso modo, y solamente algo de sus planes, sin demasiados detalles, también lo encontraría descabellado.
Pero a veces es bueno intercambiar puntos de vista, así se hace más fácil ver las falencias que por estar demasiado encima no se logran ver y que es bueno pulir para que todo resulte perfecto, "mágico  ideal" tal como dice una canción de Joe Vasconcellos.
Tener un Pepe Grillo, o un abogado del diablo, alguien que sea la voz de la cordura y que me haga aterrizar el plan de vuelo, siempre será bienvenido.
Toda opinión es válida. Yo escucho, analizo y concluyo. Lo que decida es asunto mío.
Entiendo que la preocupación por mi bienestar es genuina. Si fuera al revés, probablemente le diría lo mismo.
Entiendo como trabaja esa cabeza numérica, acostumbrada a ver la consecuencia en los hechos, a como los eventos van encadenados entre acciones y reacciones, a sacar conclusiones racionales bastante acertadas por lo demás.
Es una mente organizativa altamente eficiente, que respeto mucho. Y está bien, puedo resistir una evaluación.
Es como cuando tenía que presentar un examen oral, si estaba segura de lo que sabía, ni siquiera sentía nervios. Respondía a todas las preguntas con cierto aplomo que ni yo me explicaba de dónde lo sacaba  en el momento que más necesitaba no vacilar para darle una respuesta a un trío de profesoras con cara de -a ver si sabes? Si no lo supiste durante el año, ahora no te vas a salvar.-   Mi satisfacción era máxima al verle cambiar la expresión de sus rostros, de sorpresa mezclada con algo de admiración: -Bueno, y en qué estabas, ves que puedes, por qué no estudiaste más durante el año?-
Es un poco lo mismo ahora.
Puede poner mi vida en tela de juicio todo lo que quiera, puedo dejarme cuestionar sin complejos. Sé las respuestas, estoy segura que tengo la razón correcta de mi lado y que mi plan de vuelo es mucho más aterrizado de lo que parece.
Tenemos que tener tiempo para conversar, contarle todo desde un principio, de otro modo siempre creerá que estoy loca.
Es buen amigo, y yo lo entiendo. Me da risa.
Pero comprendo, cualquiera pensaría lo mismo sin conocer los detalles de como las cosas se fueron dando desde un principio.
Ahora, si sigue pensando que estoy loca, luego de darme el tiempo de explicarle con lujo de detalles, ahí si que ya no sé. Igual, es mi primo, no puedo enojarme con él. Es buena persona, racional, demasiado tal vez. Pero es por mi bien, eso también lo sé. Y es bueno poder contar con personas así, que digan lo que piensan y en una de esas me ayuda a encender alguna ampolletita que por ahí pudiese estar media suelta y así puedo ver con mayor claridad a dónde está la falla.Porque si el postulado es "nada es perfecto", esto debe tener alguna fuga por alguna parte. Ojalá sea capaz de detectarla antes que ya sea demasiado tarde para que sí pueda ser perfecto.

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